El declive de la democracia y la difusión de contenidos nocivos en las redes sociales están contribuyendo a generar una reacción contra el feminismo y al crecimiento de ideas misóginas y retrógradas sobre los roles de los hombres, las mujeres y la sociedad.
El retroceso en la igualdad de género es una de las conclusiones de un importante informe de ONU Mujeres, la agencia de la ONU para la igualdad de género, sobre los avances logrados hasta el momento en la promoción de los derechos de las mujeres en todo el mundo.
Esta última versión del estudio, que se actualiza cada cinco años, llega en un momento de gran incertidumbre, ya que varios donantes anuncian importantes recortes de financiación que provocan la interrupción de servicios esenciales para las mujeres en todo el mundo.
El informe mide hasta qué punto se han cumplido los objetivos de un acuerdo innovador sobre los derechos de las mujeres adoptado en Beijing en 1995. Alrededor de una cuarta parte de los países encuestados observan una reacción negativa contra el feminismo y la igualdad de género.
Sin embargo, no todo son malas noticias: ha habido muchos signos alentadores de progreso en los últimos treinta años, desde protecciones legales para las mujeres hasta servicios y apoyo para sobrevivientes de abuso doméstico y prohibiciones de discriminación basada en el género en el lugar de trabajo.
Antes del lanzamiento del informe, Laura Turquet, jefa adjunta del equipo de investigación y datos de ONU Mujeres , y Lydia Alpizar, activista feminista costarricense radicada en Ciudad de México, hablaron con Noticias ONU sobre las razones de este renovado ataque contra el feminismo y lo que significa para el estado de las relaciones de género.
Laura Turquet: De lo que estamos hablando es de una resistencia organizada a los avances que se han logrado en materia de igualdad de género, ya sea impidiendo la implementación de compromisos existentes, revirtiéndolos o deteniendo nuevas leyes y políticas.
Algunos ejemplos incluyen la revocación del caso Roe contra Wade en Estados Unidos [una decisión de la Corte Suprema estadounidense que protegía el derecho al aborto] y la decisión de varios países europeos de retirarse del Convenio de Estambul [un tratado sobre violencia de género]. Y en otros lugares, desde Argentina hasta Zimbabue, hemos visto una desfinanciación de los ministerios de la mujer, o la modificación de sus mandatos, que pasan de centrarse en la igualdad de género a centrarse más en las familias y la infancia, lo que debilita su capacidad para impulsar políticas.
Otro elemento es el ataque a defensoras y activistas de los derechos de las mujeres, mujeres en política, periodistas y sindicalistas que se atreven a alzar la cabeza y hablar abiertamente sobre la igualdad de género.
Lydia Alpizar: La forma más común de ataque es el acoso y la difamación, incluyendo la criminalización, construyendo cargos fabricados contra las defensoras de derechos humanos de las mujeres, o incluso deteniéndolas arbitrariamente, convirtiéndolas en presas políticas.
También puede dar lugar a formas de violencia más letales, como desapariciones y asesinatos. En México y Centroamérica, hemos documentado 35.000 ataques y 200 asesinatos de defensoras de derechos humanos desde 2012.
Noticias ONU: ¿Está empeorando la situación en su región?
Lydia Alpizar: Sí. Cuando empezamos, no teníamos tantos asesinatos. Ahora mismo, tenemos una dictadura abierta en Nicaragua donde hay presos políticos, incluidas mujeres, y hay otros países con defensoras de los derechos de las mujeres en prisión, como México. Hay otras defensoras en prisión, como Kenia Hernández en México, u otras que protegen la naturaleza en El Salvador.
Definitivamente estamos viendo un aumento en los ataques a las feministas que trabajan en materia de violencia de género, participación política y acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos: los niveles más altos de abuso ocurren durante marzo, que es el mes de la mujer, cuando se llevan a cabo la mayoría de las marchas y manifestaciones públicas en apoyo a las mujeres.
Noticias ONU: ¿Cuáles son las razones del aumento de las amenazas y la violencia?
Lydia Alpizar: Una tiene que ver con la manera en que las agendas por la igualdad de género y los derechos de las mujeres han estado transformando el mundo.
Definitivamente hemos avanzado en áreas importantes que están incluidas en la Declaración de Beijing, en términos de legislación, políticas y transformación cultural, cambiando realmente la forma en que se reconoce a las mujeres en su vida pública y privada.
Cada vez hay más mujeres que lideran movimientos que desafían los intereses de actores muy poderosos, por lo que se está produciendo una reacción.
Jóvenes becarias DAFI del Club de Mujeres Potenciales DAFI, una iniciativa de mentoría en Burundi. Las cuatro son originarias de la República Democrática del Congo.
Noticias ONU: ¿Entonces, el rechazo es una respuesta al progreso que se está logrando?
Laura Turquet: Creo que es cierto en gran medida, pero también va de la mano con un declive de la fortaleza de las democracias en general. Muchos países están experimentando la erosión de instituciones democráticas clave como la libertad de prensa, las elecciones libres y justas, y el derecho de las mujeres a expresarse públicamente.
Se convierten en el objetivo de quienes quieren regresar a un pasado imaginado donde hombres y mujeres tenían roles mucho más tradicionales.
También está vinculado a la creciente desigualdad. A unas pocas personas en la cima les va de maravilla, mientras que millones se quedan atrás. Cuando las personas sienten que no pueden acceder a un trabajo decente o a un nivel de vida básico, buscan chivos expiatorios, ya sean migrantes, personas LGBTQ+ o mujeres que alzan la voz.
Noticias de la ONU: Las redes sociales también parecen estar conectadas, trayendo ideas que antes eran marginales a la corriente principal.
Lydia Alpizar: Hemos visto un aumento de este tipo de narrativas. Las redes sociales son una gran plataforma para la difusión de ideas misóginas y sexistas, y a las defensoras de los derechos de las mujeres se les llama malas madres para estigmatizar su labor, y existe una tendencia a legitimar la violencia contra ellas.
Laura Turquet: Se ha desarrollado una “manosfera”, un ecosistema en línea donde se comparten ideas extremas y obsoletas, en particular sobre la violencia contra las mujeres, pero también relacionadas con una idea muy estrecha de masculinidad.
Pero también quiero decir que los espacios en línea y las redes sociales han sido un espacio donde las feministas pueden organizarse y conectar con otros movimientos sociales. Creo que simplemente debemos asegurarnos de que esos espacios sean seguros y erradicar los entornos en línea misóginos y violentos para que las mujeres no sean blanco de ese tipo de ataques.
Noticias de la ONU: En términos generales, ¿está el mundo en una mejor situación en lo que respecta a las relaciones de género?
Lydia Alpizar: Sí, absolutamente. En los países donde trabajo, las relaciones de género se han transformado y el mundo es un lugar diferente para las mujeres y las personas no conformes con su género.
Hay esperanza, pero nos preocupan los desafíos que enfrentamos ahora mismo.
Laura Turquet: Se han producido avances importantes desde 1995. La proporción de mujeres en los parlamentos se ha duplicado, la violencia contra las mujeres está en la agenda política de una manera que no lo estaba hace treinta años y la mortalidad materna ha disminuido en un tercio.
Pero aún queda mucho por hacer. Necesitamos asegurarnos de que 2025 sea el año en que no cedamos, en que sigamos luchando por la justicia y avanzando por los derechos de las mujeres y las niñas.
Fuente original: https://news.un.org/en/story/2025/03/1160876
